La crisis del coronavirus está golpeando duramente a empresas, startups y trabajadores de España. A pesar de las medidas de protección social anunciadas por el Gobierno, muchas personas están empezando a sufrir las consecuencias laborales en forma de despidos y expedientes de regulación de empleo. Estamos atravesando un momento muy complicado y cada vez son más los trabajadores afectados por el tremendo estrés que supone no saber qué va a ocurrir en el futuro. Esta preocupación se ve indudablemente exacerbada por la necesidad de poner en práctica las medidas de distanciamiento social necesarias para contener la epidemia, lo que hace que las personas se sientan aún más aisladas.
La ambigüedad contribuye al estrés y la ansiedad de los trabajadores, y esta pandemia está creando una tremenda incertidumbre; de hecho, todavía no está claro cuánto va a durar el autoaislamiento y cuán devastadora será en última instancia esta crisis sanitaria. Con todo, las empresas pueden ayudar a reducir la sensación de angustia comunicándose abierta y honestamente con sus empleados. Siendo más transparentes y poniendo sobre la mesa los peores escenarios, los directivos de las empresas no solo pueden reducir el estrés sino también otros comportamientos disfuncionales, como la tendencia a hablar mal sobre la empresa o que aumente la desconfianza en la misma, algo que a menudo ocurre cuando los empleados se enfrentan a situaciones ambiguas. Además, el intercambio de información entre empresa y trabajador suele verse como un indicador de confianza, por lo que es probable que los directivos más transparentes sean vistos como más creíbles y confiables.
Por otra parte, diversas investigaciones sugieren que el estrés es mayor cuando los empleados trabajan en contextos con altas demandas y bajo control. En otras palabras: los trabajos son especialmente estresantes cuando se caracterizan por grandes cargas de trabajo, presión y concentración intensa combinadas con bajos niveles de autonomía y capacidad en la toma de decisiones. De hecho, se sabe que los empleos en los que el trabajador tiene un bajo control de la situación y una alta demanda pueden, además, acortar la esperanza de vida del empleado.
Desafortunadamente, esta combinación de factores se produce en una variedad de empleos e industrias actualmente, desde la atención médica hasta el servicio al cliente. Y aunque los directivos de las empresas pueden ser menos capaces de reducir las demandas de trabajo durante la pandemia, deberían poder empoderar a sus trabajadores dándoles una mayor autonomía y autoridad para tomar decisiones, y hacerlo puede marcar una diferencia significativa.
Entonces, ¿qué pueden hacer las empresas para proteger la salud mental de sus trabajadores? Algunos estudios científicos sugieren que las reacciones a los estresores laborales son a menudo una cuestión de percepción. Cuando los empleados perciben las situaciones estresantes como un desafío, tienden a exhibir una mayor motivación y rendimiento; sin embargo, cuando esos factores de estrés son vistos como un obstáculo para lograr sus objetivos, la motivación y el desempeño tienden a disminuir. Es especialmente probable que los empleados se sientan obstaculizados por cosas como: tener objetivos poco claros, solicitudes conflictivas, trámites burocráticos, políticas organizativas opacas y otras molestias.
En definitiva, los directivos de empresas deberían ayudar a sus empleados a percibir esta situación estresante que vivimos como una oportunidad de crecimiento, para desarrollarse y ayudar a otros. Al mismo tiempo, desde las empresas se debe hacer todo lo posible para eliminar las trabas burocráticas que dificultan que los trabajadores cumplan con sus obligaciones. Por ejemplo, facilitando el tele-trabajo o flexibilizando las condiciones laborales.
La crisis del coronavirus ha alterado nuestra forma de vida y aquellos que tienen la suerte de mantener sus empleos van a tener que encontrar nuevas formas de trabajar, al menos hasta que las cosas vuelvan a la normalidad. Y durante esta situación excepcional, las empresas deben ser especialmente conscientes y han de proteger la salud mental de sus trabajadores, siendo responsables a la hora de comunicarse con ellos, haciéndolo de forma abierta y honesta, y en la medida de posible capacitando a sus empleados y eliminado los obstáculos que surjan.
Así y todo, habrá muchos trabajadores, directivos o gerentes de empresa que sientan que no son capaces de superar por sí solos estas adversidades y necesiten ayuda. Para ello, existen apps de psicología online que ponen a su disposición psicólogos expertos en terapia que les van a ayudar a afrontar esta situación y a volver a la normalidad, todo ello desde casa, con su ordenador personal, tableta o móvil. Una de esas apps es Psonrie, una startup fundada en Barcelona que cuenta con un equipo de más de 150 psicólogos de todo el mundo y que ofrece sesiones por chat o vídeo al instante, 24 horas al día y de forma completamente anónima.
