«Hay algunos reparos sobre la pérdida de autonomía que ocasiona el coche compartido»

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El equipo fundador de Journify, una aplicación móvil que conecta a las personas para que compartan coche en sus trayectos diarios, se conoció en un hackton internacional que organizaba Google junto a TechStars en noviembre 2016. El objetivo de la jornada era desarrollar un MVP de una empresa tecnológica, validarlo, y obtener clientes y facturación en tres días. «Ahí nos juntamos en base a nuestras habilidades multidisciplinares y elaboramos el primer MVP de Journify. Finalmente fuimos ganadores del evento. Esto nos dio el empuje necesario para comenzar la empresa de manera profesional, constituyéndola en octubre de 2017 y lanzando nuestra solución al mercado nacional en diciembre 2017″, cuenta Ignacio Zaballos, CEO de Journify.

Para él, independientemente de que Journify llegue a ser finalmente una gran empresa rentable y sostenible o no, «emprender por supuesto que merece la pena». Y es precisamente en ese proceso de crecimiento en el que han contado con el apoyo de diferentes actores del ecosistema. Uno de ellos ha sido la aceleradora EIT Climate-KIC, una comunidad de conocimiento e innovación impulsada por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT)El programa está centrado en impulsar iniciativas que combatan el cambio climático y, actualmente, opera en 24 países con 28 oficinas en toda Europa, incluyendo las principales capitales del continente, como Bruselas, Londres, París y Berlín. José Luis Muñoz lidera la sede española.

La relación es obvia, y los números claros: Jpurnify es capaz de ahorrar 150 gramos de CO2 por cada kilómetro compartido. Lo que se traduce en una organización de 300 personas y un ahorro medio de 500 toneladas de CO2 al año.

¿Por qué consideráis que se ha normalizado compartir coche?

No pensamos que la situación de compartir coche esté normalizada en absoluto. Bien es cierto que en otros mercados más maduros y sobre todo concienciados con el medioambiente empieza a ser una práctica más habitual, como podrían ser los países nórdicos o Alemania. En España, todavía hay un gran trabajo que hacer, aunque la evolución es muy positiva. Hay que destacar que BlaBlaCar ha realizado un magnifico trabajo en España, mentalizando la gente a compartir coche entre ciudades y, sobre todo, educándolos. Ahora, toca realizarlo de nuevo a nivel urbano. La situación es propicia, en un entorno donde el usuario cada vez tiene más soluciones donde elegir (carsharing, motosharing, bikesharing, kicksharing, carpooling…), lo que provoca que ya no tenga que tener necesariamente un coche en posesión, que además se encuentra el 95% del tiempo aparcado sin dar ningún tipo de rentabilidad. La evolución es lenta, pero estamos convencidos de que con paciencia y las nuevas normativas que empieza a poner en marcha la Unión Europea, provocará que esta práctica se normalice en su totalidad.

¿Cómo es la aceptación de esta solución en España?

La aceptación de la solución es muy positiva. Aunque en este caso cabría destacar en qué distancias. La gente está muy abierta a compartir coche en los trayectos interurbanos (entre 10 y 50 kilómetros), que son aquellos que más gastos tanto económico como de tiempo conllevan. Es por tanto en estos trayectos donde ven el valor añadido rápidamente. Aunque hay que destacar que todavía hay algunos reparos sobre la pérdida de autonomía que ocasiona el coche compartido, que se podrá ir supliendo de forma natural a medida que las masas críticas sean mayores y el pasajero siempre tenga una opción alternativa para desplazarse en caso de que el conductor no pueda realizar el trayecto finalmente.

¿Qué medidas os gustaría importar de otras regiones o ciudades?

El carpooling es una práctica que está muy poco legislada tanto en España como en otros países puesto que se trata de una práctica entre particulares que realizan de forma privada, sin que haya una intervención por parte de profesionales o licencias. Aún así, hay medidas que hay que empezar a importar para facilitar la labor a aquellas personas que desean compartir coche. La primera de ellas, sería que los ayuntamientos ayudasen a este tipo de empresas a seleccionar puntos oficiales de recogida/dejada de pasajeros de coche compartido en la ciudad, para así asegurar una correcta circulación y disminuir los riesgos asociados a «paradas aleatorias». La segunda, proveniente de Francia, que el propio Estado bonificase los primeros trayectos compartidos a los usuarios que realizan el servicio; de este modo, facilita que los ciudadanos puedan probar formas alternativas sostenibles de desplazamientos diarias, pudiendo así educarlos y fidelizarlos. Finalmente, que se empiece a establecer en las autovías más congestionadas de entrada/salida de la ciudad, como ocurre en algunas autovías de Madrid o en muchas en Estados Unidos, un carril específico para aquellas personas que vayan compartiendo coche.

¿Y cómo os gustaría estableceros en ellas?

Journify tiene un punto fuerte que nos permite establecernos en cualquier territorio y es su escalabilidad gracias a la tecnología. A través de la misma intermediamos la labor de compartir coche, facilitando todos sus derivados gracias a funcionalidades como: ayuda en los cobros, ayuda en la determinación de puntos de recogida/dejada, proposición de rutas personalizadas y óptimas, sistemas de verificación de los conductores, herramientas para contactar a los integrantes del trayecto… Pero a pesar de tener un gran punto fuerte, también tenemos un gran inconveniente, que es la creación de las masas críticas mínimas para que la herramienta coja tracción y se puedan crear sinergias de forma orgánica. Para establecernos en cualquier territorio, siempre pedimos la máxima colaboración de instituciones públicas (ayuntamientos, universidades…) como de empresas y colectivos privados para así apoyar nuestras labores de captación y poder mejorar de forma eficaz la movilidad de los ciudadanos.

Vosotros proponéis compartir coche en trayectos diarios, ¿cómo lo han acogido los usuarios?

A pesar de la novedad de la solución, los usuarios lo han acogido favorablemente y ven el valor añadido rápidamente. Una constancia que observamos gracias a los bajos costes de adquisición de usuarios que tenemos (diez veces más bajos que otras apps de movilidad) y cómo por su uso y búsquedas en las stores nos hemos posicionado por la palabra “compartir coche” en la primera posición de Apple Store y tercera en Google Play Store, compitiendo con gigantes de la economía colaborativa en coche compartido com son BlaBlaCar y Amovens, que cuentan con más de 8 millones de usuarios conjuntamente en España. Aunque no es fácil cambiar las costumbres de las personas y sobre todo su independencia, lo que dificulta obtener altas recurrencias. 

¿Quiénes son precisamente los clientes más habituales de un servicio como Journify?

Los usuarios más habituales del servicio de Journify son aquellas personas que viven a más de 10 kilómetros de su destino diario y buscan ahorrar en sus costes económicos o de tiempo derivados de sus trayectos. Es decir, nos centramos sobre todo en gente joven, de 18 a 40 años, que realiza trayectos desde la periferia o hasta la periferia, donde el transporte público es excesivamente rígido y caro y la flexibilidad del coche compartido y sus tarifas económicas suplen todas las carencias, complementándose a la perfección.

¿Qué impacto positivo genera vuestra solución en el medio ambiente?

Gracias a un sistema de coche compartido como el nuestro, ayudamos a que los ciudadanos puedan dejar su vehículo en casa para así viajar en el coche de otras personas. Tras nuestros estudios estadísticos sobre el parque de vehículos que hay en España, nuestra solución es capaz de ahorrar 150 gramos de CO2 por cada kilómetro compartido. Lo que se traduce en una organización de 300 personas, un ahorro medio de 500 toneladas de CO2 al año.

¿Qué medidas regulatorias incluiriáis en la legislación relacionadas con el sector de la automoción y la reducción de emisiones?

Una medida importante es introducir una clara regulación sobre los precios de la economía colaborativa para ser capaces de discernir adecuadamente a partir de qué cantidad económica el conductor deja de ahorrar en los costes compartidos del trayecto y pasa a lucrarse. En ese caso necesitaría una licencia para ejercer dicho servicio. Hasta el momento existen únicamente algunos precedentes legales que fijan el máximo en 0,09€ por asiento y por kilómetro compartido. Otra regulación importante sería la de ampliar el denominado «transporte colectivo», para que además del tren y el autobús, se incluya el coche compartido. Así sus pasajeros obtendrían beneficios fiscales a final de año por viajar con este sistema, y sería un gran incentivo para concienciar sobre el uso del coche privado.

Finalmente, respecto de la reducción de emisiones de CO2, haría falta un sistema legal y claro de compensación económica a las empresas que puedan justificar el descenso de la huella de carbono, para así fomentar el cumplimiento de los ODS 2030.

¿Qué momentos destacáis de Journify del 2019? ¿Cómo ha evolucionado vuestra inversión, facturación, clientes…?

2019 ha sido un gran año para Journify. Con la validación de la aplicación con usuario final, lanzamos (en febrero de 2019) un nuevo servicio para empresas que ha traccionado positivamente. Un servicio donde además del coche compartido para una movilidad eficaz y sostenible de sus empleados, monitorizamos la información que se deriva de dichos trayectos para que así la organización pueda obtener datos relevantes sobre patrones de movilidad y sostenibilidad que le ayuden a obtener beneficios fiscales.

Así, hemos atraído a las universidades públicas más grandes de España (Universidad Politécnica de Valencia, Universidad Complutense de Madrid), Corporates (Unibail-Rodamco-Westfield, THALES Group y VALEO) y parques tecnológicos (Parque Empresarial de Almussafes, Parque Tecnológico de Leganés, Parque Empresarial las Atalayas), que cuentan con una red conjunta de más de 400.000 personas.

Hemos incrementado nuestra facturación a 40.000€ y esperamos alcanzar el medio millón en 2020. Además, hemos ampliado equipo y, de los cuatro fundadores, hemos pasado a diez personas trabajando a diario.

2019 también terminó atrayendo tanto inversión pública como privada por un valor de 250.000€ por parte de la aceleradora IMPACT Connected Car Accelerator, el business angel David Cantolla y el fondo de inversión especializado en movilidad David Cantolla.

¿Y qué novedades os gustaría incluir de cara al 2020? ¿Qué nuevos modelos tenéis en mente?

De cara a este 2020, los esfuerzos de Journify van dirigidos, principalmente, a la captación de clientes para así rentabilizar la inversión conseguida y consolidar nuestra posición en el mercado nacional. Para ello, lanzaremos una nueva versión del producto lista para internacionalizar y atraer las miradas de todas las organizaciones en abril 2020, con una interfaz mucho más fluída y con nuevas funcionalidades que aumentarán la tasa de reservas y de fidelización del usuario.

Complementariamente, este 2020 servirá para empezar a hacer alianzas con otras empresas que aporten valor a nuestro cliente y usuario final, como es la creación de un sistema propio de retos y recompensas por el uso del coche compartido, obteniendo descuentos en las compras de múltiples marcas.

Climate-KIC os ha brindado su apoyo y conocimientos, ¿cómo ha influido en la compañía?

Climate-KIC ha sido esencial en el buen desarrollo de Journify. Nos han proporcionado fuertes conocimientos sobre la importancia del valor sostenible que aportamos y sobre cómo captar inversión. Además hemos conseguido nuestros primeros inversores en un Demo-Day organizado por la aceleradora. Este respaldo europeo y las conexiones de nuestra magnífica mentora Elisa Navarro, nos permitieron cerrar los primeros convenios de colaboración y crear así las primeras masas críticas mínimas para generar reservas.

¿Y vosotros, fundadores, qué os lleváis de la experiencia? ¿Qué valores os ha transmitido la aceleradora?

Lo principal que nos llevamos de esta aceleradora es el buen ambiente colaborativo que ha habido entre mentores, startups y organizaciones asociadas. Nos ha abierto la mentalidad colaborativa de cara a realizar pruebas pilotos y probar nuevos modelos de negocio que puedan aportar valor a nuestros clientes. Finalmente, el mayor valor que nos ha transmitido la aceleradora es toda la parte de acción contra el cambio climático. Al entrar no sabíamos cuan serio resultaba, y cómo es necesario que tanto pequeñas empresas como grandes, centren sus esfuerzos en realizar soluciones que, por supuesto puedan monetizarse, pero que, sin duda, aporten valor tanto social como medioambiental para asegurar el buen desarrollo de nuestras ciudades.

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